El gol en contra de TNT Sports

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¿Y si te dijera que ver fútbol en Chile nunca fue tan caro… y ahora sabemos por qué?

Hace unos días, la Corte Suprema le puso tarjeta roja a TNT Sports (el antiguo CDF), con una multa de nada menos que US$ 28 millones. ¿La razón? Abuso de posición monopólica. En buen chileno: se pasaron de listos. Tenían el control del negocio, cobraban como querían, y dejaron fuera a cualquier otro que quisiera entrar a competir. ¿Resultado? Los hinchas pagando más, viendo menos, y todo para llenar los bolsillos de unos pocos.


Me toca estar cerca de la gente todos los días. Y créanme, si hay un tema que arde en cada conversación de pasillo o micro, es el fútbol. Pero no el de las copas ni los goles bonitos, sino el de las injusticias: “¿Por qué tengo que pagar tanto para ver a mi equipo?”, “¿Cómo puede ser que el fútbol nacional esté tan caro y tan mal al mismo tiempo?”. Bueno… esta multa empieza a responder eso.

Y ojo, que esto no es solo un tema de fútbol. Es un tema de ética, mercado y medios. Porque el fútbol en Chile no es solo deporte: es parte de nuestra cultura, de nuestra conversación diaria, de nuestra identidad. Si controlas el fútbol, controlas una parte del país. Y lo que hizo TNT Sports no fue competir ni mejorar: fue cerrarle la puerta a los demás para quedarse con todo.


Esta jugada me hace ruido. Porque cuando un medio se convierte en el único narrador de la historia, cuando nadie más puede mostrar los partidos o contar lo que pasa en las canchas, entonces no solo se controla el negocio, se controla el relato. Y eso, en cualquier democracia, es peligroso.

Esta multa histórica, la más grande que ha recibido un medio en Chile, marca un antes y un después. No es solo una cifra; es un mensaje: la cancha no puede seguir tan dispareja. Ni en el fútbol, ni en los medios, ni en el acceso a lo que todos deberíamos poder disfrutar sin hipotecar el mes.


Así que sí, el fallo es justo. Pero no basta con sancionar. Ahora viene lo importante: abrir la cancha, mejorar el producto, y pensar en el hincha como algo más que un cliente cautivo.

Porque en el fondo, lo que queremos es simple: poder ver a nuestro equipo, emocionarnos en familia, vivir el fútbol como siempre fue… sin sentir que nos están haciendo un gol en contra.