La Roja pierde destino mundialista: Chile fuera del Mundial 2026
La Roja pierde destino mundialista: Chile fuera del Mundial 2026
La selección chilena de fútbol quedó definitivamente eliminada del Mundial de México–EE.UU.–Canadá 2026 tras su derrota 2‑0 ante Bolivia en El Alto, sumando tan solo 10 puntos luego de 16 partidos y ubicándose en el último lugar de las eliminatorias CONMEBOL. Este resultado marca un histórico fracaso: tres mundiales consecutivos sin clasificar (2018, 2022 y 2026) tras la época dorada de 2010–2016.
Estadísticas que reflejan el desplome
1. Chile ganó solo 1 de 13 partidos oficiales bajo el mando de Ricardo Gareca, con un rendimiento del 20,8%.
2. El equipo anotó solo 9 goles en 16 fechas (0,56 por partido) y recibió 24 goles, quedando con un performance ofensivo y defensivo alarmante.
3. En los primeros 9 partidos sumó solo 5 goles, el peor registro en 26 años.
4. En partidos clave ante Colombia, perdió 4‑0 y solo sumar un empate 0‑0 frente a Ecuador.
Fallas estructurales de la ANFP
1. Gastos y cambio constante de técnicos
Desde 2015, la ANFP ha invertido cerca de US 25 millones en técnicos e indemnizaciones, sin lograr la clasificación. Berizzo y Gareca costaron millones y generaron inestabilidad.
2. Falta de continuidad en proyectos deportivos
La sucesión acelerada de entrenadores (Rueda, Lasarte, Berizzo y Gareca en pocos años) revela ausencia de visión a largo plazo y consistencia táctica.
3. Decisiones arbitrarias y favoritismo en el plantel
Gareca permaneció con jugadores veteranos pese a su bajo rendimiento, mientras los juveniles no fueron integrados decisivamente.
4. Deficientes estructuras formativas
La falta de inversión en divisiones inferiores ha dejado a Chile sin recambio generacional, generando un plantel envejecido y sin chispa.
La eliminación de la Roja del Mundial 2026 es un resultado funcional a la mala gestión deportiva de la ANFP: gastos millonarios, cambios técnicos recurrentes sin planificación y una desvinculación del proyecto formativo. Sin una reforma profunda que reordene prioridades y recursos, se transformará en la normalidad. Hoy Chile no solo pierde partidos: está perdiendo su futuro futbolístico.
Los responsables deben rescatar un proyecto nacional coherente para volver a creer en la camiseta.